viernes, 31 de julio de 2009

Vuelva usted en septiembre.


Vamos con estereotipos: un anuncio con una supuesta funcionaria en ventanilla que le recuerda al administrado que le hace falta un documento (seguramente por enésima vez dado el tono de voz) y el individuo le responde que se purgue. Ni somos tan malos ni estamos tan necesitados de purgas, yo personalmente tengo una intensa vida intestinal y no por descargar más o menos, si me viene un presunto pesado, le voy a tratar mejor o peor.
Lo francamente punible es el canibalismo. Ese superior y/o compañero camarada donde los haya que espera justo al último chasquido del segundero para colarte un marron de última hora. Hoy es viernes, final de mes, inicio de vacaciones merecidas (o no, que sea el altísimo quien lo dirima) y no faltará el que no aparece en todo el día, en toda la semana, en todo el mes e incluso en todo el año para colarte algo urgente y mortal de necesidad, alguien tendría que explicarle que antes en la secundaria había una excelente asignatura llamada filosofía que te explicaba la diferencia entre lo contingente y lo necesario.

Lo siento, también soy contingente… vuelva usted en septiembre.

lunes, 20 de julio de 2009

Miscerráneamente


Esta mañana entré en la zona crepuscular durante un par de minutos, abrí el armario, tomé unos pantalones y me los quede mirando, no los reconocía como míos, en fin, me los pongo, pues... (¡umpf!) me entran, me los abrocho, me quedo pensando y salgo de la zona crepuscular…ah ya sé, me los compré hace tiempo pero me había equivocado de talla y claro los abandoné por vagancia de ir a cambiarlos. No está mal, son cinco tallas de diferencia.
A otra cosa mariposa : hace poco me encontré en la tesitura de acudir a un tribunal de oposición. Como todos sabemos en los tribunales de selección existe la mitificada entrevista de adecuación del aspirante al puesto de trabajo. Hombre, no quiero ser tremendista y decir que eso es una pérdida de tiempo, pero de ahí a inferir que se puede saber si una persona es válida o no para lo que tenga que hacer me parece que, en todo caso, sería muy pobre juzgarla en un cuarto de hora escaso. Sobre todo por esas preguntas sacadas de no se sabe qué manual de psicología como por ejemplo: ¿Qué puede aportar usted al trabajo al que opta? Aquí se suele responder (y se obra juiciosamente si se hace) que si experiencia, que si capacidad de trabajo, que si conocimiento… pero uno también piensa y le dan ganas de soplar al oído del pobre pollo así por lo bajini -oye tío, si quieres di que aportarás un paquete de galletas o flores…. Y es que uno también piensa y sobre todo se lee el currículum que ha aportado el individuo y se da cuenta que el tipo lleva diez años haciendo lo mismo de una manera excelente aunque sin plaza fija. Así que para qué toda esta comedia de la entrevista, si no hay más candidatos y, qué coñes, que se va a pasar la vida introduciendo facturas en una base de datos, es que mucho no puede aportar o innovar que digamos a no ser que la tecnología cambie y eso apunté levemente en la posterior reunión del tribunal.
Aunque siempre he sido políticamente correcto y siempre he hecho míos los versos de Propercio III, 4, 21-22 praeda sit haec illis, quorum meruere labores:/ me sat erit Sacra plaudere posse Via creo que con los años me voy a tomar la ventaja del desparpajo y voy a pasar a ser educadamente sincero... espero no rebasar la medida y convertirme en grotescamente grosero a lo Risto.
Otro día hablaré de las bailarinas de OT que me tienen loco o simplemente hablaré de las minifaldas cinturón en general... en el espejo, aparte de las arrugas, veo una ligera tonalidad verde.